Antonio Guterres indicó que el clima “está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente”. Autoridades europeas indicaron que el verano boreal de 2023 fue el más cálido desde que se tiene registro.
Las temperaturas medias mundiales durante los tres meses del verano boreal (junio-julio-agosto) fueron las más elevadas desde que se tiene registro, anunció este miércoles el observatorio europeo Copernicus, para el que 2023 será probablemente el año más caluroso de la historia.
“Nuestro clima está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente, con fenómenos meteorológicos extremos que afectan a todos los rincones del planeta”, alertó en un comunicado, recordando que “los científicos llevan mucho tiempo advirtiendo de las consecuencias de nuestra dependencia de los combustibles fósiles”.
Sobrecalentamiento de los océanos
Pese a los tres años sucesivos de La Niña, fenómeno inverso a El Niño que contrarresta en parte el calentamiento, los años 2015-2022 ya han sido los más calurosos jamás registrados.
El sobrecalentamiento de los océanos, que siguen absorbiendo 90% del calor en exceso provocado por la actividad humana desde la era industrial, tiene un papel crucial en el proceso.
Desde abril, su temperatura media de superficie registra niveles de calor inéditos.
“Del 31 de julio al 31 de agosto”, esa temperatura “incluso ha superado cada día el anterior récord de marzo de de 2016″, según Copernicus, alcanzando el umbral simbólico inédito de 21 °C, muy por encima de todos los valores registrados.
“El calentamiento de los océanos conlleva el de la atmósfera y un aumento de la humedad, lo que provoca precipitaciones más intensas y un aumento de la energía disponible para los ciclones tropicales”, advirtió Burgess.
Este sobrecalentamiento también afecta a la biodiversidad: “Hay menos nutrientes en el océano (..) y menos oxígeno”, lo que amenaza a la supervivencia de la fauna y la flora, agregó.
“Las temperaturas seguirán aumentando mientras no cerremos el grifo de las emisiones”, procedentes en gran parte de la combustión de carbón, petróleo y gas, concluyó la científica.
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