EL MOMENTO EN QUE EL MISIL RUSO IMPACTÓ CONTRA EL HOSPITAL INFANTIL DE KIEV.
El Kh-101 golpeó uno de los mayores hospitales infantiles de Ucrania durante un ataque masivo este lunes. Las autoridades ucranianas afirmaron haber derribado 11 de los 13 cohetes lanzados.
Los servicios de seguridad ucranianos (SBU) afirmaron que un misil de crucero ruso destruyó este lunes parte de hospital infantil Okhmatdyt de Kiev, donde murieron al menos dos miembros del personal sanitario y resultaron heridas siete personas, entre ellas dos niños.
“Ya se han encontrado pruebas relevantes en el lugar de la tragedia, en particular fragmentos de la parte trasera de un misil KH-101 con número de serie y parte del control del mismo misil”, dijo el SBU en un comunicado.
Un vídeo obtenido por Reuters captó el momento en que el misil surcó el cielo e impactó contra el hospital infantil. La ubicación fue confirmada por los edificios que se veían en el vídeo, que coincidían con imágenes de archivo y por satélite de la zona. La fecha fue verificada por los informes oficiales y la cobertura de Reuters desde el lugar de los hechos.
El Kh-101 es un misil lanzado desde el aire que vuela bajo para evitar ser detectado por los sistemas de radar. Ucrania afirmó haber derribado 11 de los 13 misiles Kh-101 lanzados por Rusia el lunes.
El jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, afirmó que el proyectil hallado “contiene docenas de microelectrónica fabricada en países de la OTAN”.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que los ataques iban dirigidos contra plantas de defensa y bases aéreas militares ucranianas y que habían tenido éxito. Negó haber apuntado a instalaciones civiles y afirmó que los daños habían sido causados por un misil de defensa antiaérea ucraniano. El ministerio no aportó pruebas para sus afirmaciones, que contradicen lo que mostraron los videos.
Cómo es el misil KH-101
También conocido con la sigla KH-101, el alcance estimado del misil es de de 2.000 a 3.000 kilómetros. Se trata de un misil de largo alcance con una firma reducida, lo que hace difícil su detección, con capacidad stealth, fabricado con materiales absorbentes de radiación y materiales compuestos.
Tiene una longitud de 7,45 metros, un diámetro de 0,51 metros y peso al lanzamiento de 2.300 kg. Su motor le permite una velocidad subsónica de 0,77 Mach. Emplea un sistema de guiado inercial junto a guiado por satélite Glonass y capacidad para seguir el terreno mediante sensores electroópticos.
En la fase final emplea desciende a una altitud de entre 30 y 70 metros, y emplea un sensor de imágenes de TV e infrarrojos que le permiten alcanzar una precisión de 10-20 m.
Existen dos versiones, la KH-101, con una cabeza de combate de 400 kg de alto explosivo o penetradora o con submuniciones o la KH-102 que porta una cabeza nuclear táctica de 250 kilotones.
Los equipos de rescate buscaban personas bajo los escombros de un ala de dos plantas parcialmente derrumbada del hospital. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, declaró que al menos 16 personas, siete de ellas niños, habían resultado heridas tras el ataque.
En el edificio principal del hospital, de 10 plantas, las ventanas y puertas volaron por los aires y las paredes quedaron ennegrecidas. El suelo de una habitación estaba salpicado de sangre. La unidad de cuidados intensivos, los quirófanos y los departamentos de oncología resultaron dañados, según las autoridades.
El personal médico y la población local buscaron a los niños y al personal sanitario. Los voluntarios formaron una fila, pasándose unos a otros ladrillos y otros escombros. Todavía salía humo del edificio, y los voluntarios y los equipos de emergencia trabajaban con máscaras protectoras.
El ataque obligó a cerrar y evacuar el hospital. Algunas madres se llevaron a sus hijos a cuestas. Otras esperaban en el patio con sus hijos mientras las llamadas a los teléfonos de los médicos sonaban sin respuesta.
Unas horas después del ataque inicial, otra sirena antiaérea hizo que muchas madres con sus hijos corrieran al refugio del hospital. Guiadas por una linterna por los oscuros pasillos del refugio, las madres llevaban a sus hijos vendados en brazos y los médicos los transportaban en camillas. Los voluntarios repartían caramelos para calmar a los niños.
El hijo de Marina Ploskonos, de 4 años, fue operado de tuberculosis cervical el pasado viernes. “Mi hijo está aterrorizado”, dijo. “Esto no debería estar pasando, es un hospital infantil”, dijo a la agencia AP, rompiendo a llorar.